Musungu! Así nos llaman a los blancos en mi querida Tanzania y así les llamaba yo a ellos para compensar y se reían mucho. Porque ese es su mayor bien y la gran enseñanza que te llevas de Tanzania. El buen rollo que tienen siempre.
Comen poco y nada variado, la misma ropa siempre y muchos duermen en un colchón tirado en el suelo. Pero se les ve felices y sonrientes. Igual que en Occidente, ¿no?
Yo soy payaso y eso me ha hinchado los pulmones.
Como me dijeron, la mayoría de estos niños no tienen televisión y por tanto nunca han visto un payaso, jamás les han dado un globo con forma y mucho menos han podido tocar una marioneta.
Y ahí estoy yo. El calvo payaso.
La gente de Tanzania me encanta.
Absolutamente.
Si no tuviese 2 hijos no te digo yo lo que haría.
Gracias y besos de codo.